19 de agosto de 2010

Desequilibrio

Una silla de tres patas
Una moto de una rueda
Una barca con un remo
Un partido de voley sin equipo rival
Una conversación sin oyente
Una canción sin melodía
Una balanza desequilibrada

Hoy son así los días

3 de agosto de 2010

El poder de las palabras

"... Sin embargo... las palabras siempre conservarán su poder... las palabras hacen posible que algo tome significado... y, si se escuchan... enuncian la verdad... y la verdad es... que en este país... algo va muy mal, ¿no? ...crueldad e injusticia... intolerancia y opresión...

...antes tenías libertad para objetar... para pensar y decir lo que pensabas... ahora, tienes censores y sistemas de vigilancia que nos coartan para que nos conformemos y nos convirtamos en sumisos...

...¿Cómo esto ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable?... ...bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros... y tendrán que rendir cuentas... pero, la verdad sea dicha... si estás buscando un culpable, sólo tienen que mirarse al espejo..."


V de Vendetta

Las palabras... tal y como dice aquí, enunciativas de verdad; poderosas, como las que más... ¿Cuántas veces hemos pensado que nos ha dolido más una palabra de alguien querido y respetado que una bofetada en la cara? Millones... La gente ha dejado de pensar, ha dejado de poner en duda todo aquello que se nos da en bandeja, aquello hecho... ya nadie tiene la curiosidad de un niño, aquella que te hace preguntar por qué... ¿por qué a todo? Nos hemos convertido en sumisos de auna sociedad que sólo nos ha sabido silenciar, complacernos con placeres absurdos y temporales, con promesas vacías...

Hoy me siento vacío, me siento un juguete roto, una máquina oxidada que camina en solitud hacia un destino que parece acarrear más que un final totalmente anodino. Parece que la magia de la que gozaba mi espíritu fue apagándose conforme el tiempo achacaba en mí sus feroces garras y golpeaba con dureza cada pilar que sustentaba mis creencias, mis pensamientos. Tiempo atrás cada palabra, cada letra poseía una sinfín de reflexiones que entre otras tantas cosas, llenaban mi vida entre sonrisas y lágrimas por cada persona que podía escucharlas, o tan siquiera leerlas. Creí que tener algo, un poder, un as, un comodín, un dote... Sólo reduzco mi pensamiento a lo que muchos me han demostrado que debe ser, la ignorancia, la indiferencia.

Hoy deduzco el lado más oscuro, teorizo mi situación con las alternativas. Descubro tanto que me falta, tanto que tenía. No se me da bien andar sólo y a cada paso que doy tengo más dudas. Me asaltan las dudas, la desesperación llama a mi puerta y hago oídos sordos. Una sola palabra podría sanar mi alma. Una palabra bien dicha, en un momento adecuado, por alguien adecuado. Siento que le falta a una pata de mi silla, y no logró encontrar como repararla, no hay ninguna que encaje, no hay ninguna que la pueda sostener... y en cualquier caso si la hay, no logró encontrarla o quizás sea demasiado cara... o sea demasiado más nueva que yo.

En cualquier caso, la palabra se convierte en mi salvación, o en mi destrucción, una erosión constante... jamás nadie nos quitará que la palabra tiene el poder.