Dichoso aquel que pueda gobernar sobre su aura emocional, áquel que logre sobrepasar el límite humano y controlar lo más intrínseco de la vida. Nunca conseguimos ser, ni por asomo, el núcleo del grupo pero tampoco nos sentimos desplazados, simplemente estuvimos. Sé que muchas veces no estamos de acuerdo, de hecho llevamos años reparando en ese error que cometemos inconscientemente, áquel que provoca que no podamos llevar nada más allá del deseo y el capricho, tan sólo sabemos crear con nuestra indecisión una nube que nunca se concreta, y que tan sólo hace aguas y moja a los que menos se lo merecen. Hemos creado un muro compañero, y aun sabiéndolo, no somos capaces ni de derrumbarlo ni de anticiparnos a él. Caemos tantas veces como ilusiones nos hacemos y ahí es cuando sufrimos. Ojala pudieramos decir que estamos de acuerdo, que todo irá bien, que no tenemos dudas, que tenemos confianza, pero yo pienso mucho, y tu sientes demasiado. Yo lo analizo todo, lo medito, lo estudio y lo valoro, sin embargo, tú te dejas llevar, te adelantas sin mirar a lo que pueda suceder, te arriesgas, confias en lo que pueda ser.
Sé que soy el malo, sé que podrías ser feliz sin mi presencia, o quizás infeliz, pero almenos tendrías la oportunidad de perder una oportunidad, o incluso de aprender de los errores, pero no puedo irme, soy inconsciente, trato de inhibirme pero nunca lo consigo. Sé que te estás volviendo desdichado por mi culpa que estamos cerrando puertas y haciendo daño a quien no se lo merece...
Ojalá llegue el día en que ambos comprendamos la situación, que nos pongamos de acuerdo y salvemos ese muro, que la felicidad sea posible y que mis pensamientos y tus sentimientos viajen viento a favor de la mano, ojalá pudieramos ser lo que quisieramos ser.
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