23 de noviembre de 2009

Mi estrella

Me alejé de la fiesta, y salí al jardín, anochecía muy rápido, parecía como si la Luna estuviera de aparecer para ver aquella escena. Pasé por la puerta del jardín, tras un gran chirrido oxidado, tanto como empezaba a tener yo la cabeza. Aquella puerta me condujo a la playa, la calma me abrazaba silenciosa entre sus brazos mientras yo pedia a gritos silenciosos auxilios mientras mi rostro desdibujaba mis pensamientos.

La brisa de verano me llevó de un soplo a mi infancia... Recuerdo la risa de un niño, la ilusión de un enano, la curiosidad de un crío, las bromas de un hermano, el cariño de una madre... la protección de un abuelo... Me robó una sonrisa... inocente... mientras mil lágrimas bañaban poco a poco mis pies, fríos y tensos.
Desdichado, bajo aquella luna que presencia la escena con aires vacilantes, pude vislumbrar en mi mente aquella estrella que bajo ese firmamento custodiaba sin conocimiento alguno por mi parte, los valores más importantes de mi vida.

Mire al cielo y allí estaba, pudiera parecer algo supraterrenal pero pude reconocerlo, estaba siempre dentro de mí, era parte de mí. Entre sollozos le pregunté quién era, qué debía hacer, cuál es mi destino, cuándo le volvería a ver... Aquella aura tan solo se hizo más grande y me cegó...

Desperté en una cama que se semejaba a una nube, mi pijama, blanco como la nieve llevaba bordado mi nombre, la televisión se encendió y echaban un reportaje sobre "El camino de la felicidad, un máximo en la vida". Me extrañé... cuánta coincidencia... Bajé a buscar el periódico y choqué con una niña, ella reia inocentemente mientras caminaba con aires graciosos hacia su casa, mi mente volvió de nuevo a esa infancia que añoraba... que inocencia...Recordé la risa de un niño, la ilusión de un enano, la curiosidad de un crío, las bromas de un hermano, el cariño de una madre... la protección de un abuelo... Cuando fui a recoger el periódico, había un anuncio de seguros de coche en el que el eslogan decía: "¿Chocaste? Fue el destino". Mi mirada se alzó con el ceño fruncido y un graffiti de la pared de enfrente me decía: "NO ESTÁS SOLO". Miré al cielo, hacía muchisimo sol, pero entre aquellos rayos pude distinguirlo, allí arriba estaba... Pude entender entonces que era un 10 del 01 del 03.

1 comentario:

  1. Parece una tontería, pero conozco perfectamente esa sensación.. La añoranza de un ser querido, el sentimiento de injusticia de porqué las cosas tuvieron que ocurrir así... Y por extraño que parezca, a nuestro lado perduran incansables quienes no nos dejaron nunca, aquellos que a pesar de las circunstancias siguen a nuestro lado aunque no los podamos ver.

    Un beso!:)
    PD: Precioso texto, enserio..Tú si que me has dado que pensar.

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